La masa tradicional de pizza se prepara fácilmente con harina, agua, levadura, sal y azúcar. Amasar y dejar reposar es clave para que fermente correctamente. Puede ser guardada en el congelador. Una delicia para compartir en familia.
La mezcla de ingredientes se amasa con cuidado hasta que la masa quede uniforme.
Después de reposar y fermentar, se estira con delicadeza para crear la base de la pizza.
Una vez lista, está lista para ser horneada con los ingredientes favoritos y disfrutar en familia.
Ingredientes
1 kilogramo de Harina
400 mililitros de Agua
100 mililitros de Aceite de oliva
50 gramos de Levadura
20 gramos de Sal
20 gramos de Azúcar
Preparación
Paso 1 : La levadura se disuelve en agua templada.
Paso 2 : En un bol aparte, se mezcla la harina con la sal y el azúcar.
Paso 3 : Se forma un volcán en el centro y se añade la levadura disuelta.
Paso 4 : Se remueve y mezcla con una cuchara o con las manos hasta obtener una masa sólida.
Paso 5 : Se espolvorea harina sobre una superficie plana, se vierte la masa y se amasa hasta que deje de pegarse a las manos.
Paso 6 : Se da forma de bola, se espolvorea un poco más de harina en el bol, se coloca la masa en el interior y se cubre con un trapo durante media hora para que fermente.
Paso 7 : Una vez que haya duplicado su tamaño, se puede estirar hasta obtener el tamaño y grosor deseado para la pizza.
Paso 8 : También se puede almacenar en el congelador sin problemas.