Tiempo de lectura estimado : 1 Minuto, 29 Segundos
Estábamos celebrando la final de la Vuelta a España 2.011, donde ganó Juanjo Cobo y de segundo lugar quedó Chris Froome, un ciclista poco conocido, quien se dirigió hacia un grupo minoritario de periodistas y nos dijo “Tengo hambre”.
El ciclista Froome y yo, terminamos comiendo Pizza
El ciclista Froome y yo, terminamos comiendo Pizza

Xabier Zandino, un compañero suyo, nos pide que lo cuidemos, a partir de allí, comienza nuestra aventura con este ciclista.

Era ya la mañana del día lunes 12 de septiembre cuando hablábamos con Froome, mientras íbamos camino a comprar una porción de pizza. El atleta resultó ser una persona amable y educada, respondía todo lo que le preguntábamos, incluso si seguiría en este mundo deportivo. De verdad que no imaginamos que ese joven iba a llegar tan lejos unos años posteriores.

Uno de los que nos acompañaba en ese momento era Álvaro Calleja, quien actualmente es autor de dos libros relacionados con el ciclismo, también quedó encantado con la personalidad de Froome. Nos comenta que cuando lo observó en aquella vuelta, supo que debía conocerlo y que iba a valer la pena. Su sonrisa era muy peculiar, y no la cambiaba ni ganando muchas competencias.

Además tuvo la dicha de hablar con más celebridades como: Riis, Cobo y Dani Moreno quienes también se acercaron por un momento, al sector donde se encontraban los periodistas y mi persona.

Al terminar la pizza, sentía que se había acabado la magia, aun no creía que estuviéramos con el vencedor del giro y de la vuelta, ganador del Tour por cuatro veces.

Llegó el momento de despedirnos de Froome (considerándolo nuestro amigo por el día de hoy), me dirigí de inmediato al lugar donde me residencio para despertar a dos de mis compañeros y contarles todo lo que me había ocurrido esa noche que terminó a las 7 de la mañana. Ellos eran Miguel Senovilla actualmente de “Radio Marca” y Jorge Escorial quien es el productor de “Carrusel Deportivo”.